La autopsia ordenada por la familia de George Floyd, el hombre de raza negra que murió hace hoy una semana a manos de un policía blanco cuando era detenido en Mineápolis (Minesota, EE.UU.), confirma que falleció por “asfixia debido a una presión sostenida”.
De acuerdo con ese informe médico, “hubo una compresión del cuello y de la espalda que llevaron a una falta de riego sanguíneo al cerebro” de Floyd, anunció el abogado de la familia de la víctima, Benjamin Crump, en una rueda de prensa.