«Esto demuestra que hacemos lo correcto al presionar por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para lanzar una investigación internacional sobre el sabotaje de Nord Stream liderada por el secretario general de la ONU», dijo a través de Twitter el embajador adjunto ruso, Dmitry Polyanskiy.
En el momento del sabotaje, Moscú acusó a países «anglosajones» de estar detrás, aludiendo a la oposición al proyecto que durante años ha mantenido Washington -porque supuestamente genera dependencia europea del gas ruso-, mientras algunos países occidentales han apuntado en la dirección contraria.
Los ataques contra los gasoductos, que no se encontraban en servicio, causaron dos fugas en cada uno de ellos, dos en la zona danesa y dos en la sueca, todas en aguas internacionales. Según los funcionarios estadounidenses citados por The New York Times, no hay pruebas de que el presidente Volodímir Zelenski o sus más cercanos colaboradores hayan estado involucrados en la operación.
Fuente: DW